Se nos fue un fotógrafo Ancashino reconocido
Por P. Zegarra R.
Se nos va uno de los fotógrafos huaracinos: RUBEN FELIPE MINAYA FORONDA, quien fue el legado de su padre uno de los antiguos fotógrafos al igual que sus tíos Amador, Alfredo y Ferrer Minaya Macedo quienes cariñosamente le llamaban “Negro”.
Ex alumno del colegio Luzuriaga y de La Libertad, hijo de Doña Carmen Foronda y Mardonio Minaya, quienes le inculcaron generosidad por el prógimo y sensibilidad por los animales cuan niño era; Ruben mozuelo aún, realiza sus pininos apoyando en el estudio fotográfico “Minaya” que en su inauguración fue apadrinado por el telegrafista y fotógrafo coronguino Miguel Sotomayor Castro, era tiempo de las fotos a blanco y negro que tomaba recién color.
Sobreviviente del terremoto del 70 en nuestra Ciudad de Huaraz semienterrado junto a otra familia conocida del barrio del Centenario, luego sigue el oficio de su padre independientemente ya en la Av. Fitzcarrald mientras que paralelamente se perfilaba como futbolista con el apelativo de “canilla” jugando por el barrio Belén y su barrio de José Olaya y donde era invitado, llegando a la categoría master que gracias al deporte y a su contextura física, superó al año un accidente mortal luego de un mes en estado de coma, así como le favoreció su porte en ser muy asediado por las mujeres y hasta propuesto para modelar ternos.
Reportero deportivo testigo de glorias y derrotas del futbol huaracino junto a sus amigos locutores, periodistas, entes de cargos públicos quienes le llegaron tener una consideración especial, filmador oficial de la familia Villarreal en cada semana santa en el barrio de la soledad quienes le apodaron “canal N”, así como para el Rotary club Huaraz y por quienes le requerían para el servicio fotográfico.
Pese a su carácter con el paso de los años fue protector incondicional de sus hijos con quienes vivieron y siempre al lado de sus padres, sufriendo la partida de los mismos.
Ahora se une a sus queridos padres y al año con sus hermanos Soledad y Pepe Minaya, por un cáncer y negligencia médica dejando un vació en la familia, amigos y en la sociedad huaracina, ya gozando con ellos de la eternidad, siempre quedará en el corazón y en el recuerdo de todos los huaracinos y por siempre en el mío, solo con la tristeza de no darle un merecido homenaje en su viaje sin retorno por guardar protocolos de seguridad durante esta pandemia. Un agradecimiento a nombre de su familia y la mía a todos los que le acompañaron hasta la última morada…. Rubén QDEP y DDG.