NUEVO IMPULSO HACIA LA DESESTABILIZACIÓN POLÍTICA EN EL PAÍS
El nuevo impulso hacia la desestabilización política en el país muestra alineados al grupo empresarial Wong, una facción conservadora liderada por un candidato presidencial, y un sector del Congreso que generó la vacancia presidencial en noviembre. Por un lado, cuestionables denuncias lanzadas desde un medio de comunicación y luego ecos sañudos de los políticos contra el Poder Ejecutivo. La sesgada denuncia de Willax, empresa televisiva del Grupo Wong, el último viernes 5, contra la vacuna de Sinopharm, tuvo inmediata propulsión del congresista Edgar Alarcón, de UPP. La replicó a sus contactos y difundió en redes sociales y presionó a sus colegas para que el Congreso aborde el tema.
Esa noche reventó el grupo de chat que tienen los voceros de las bancadas. Ante la presión de varios congresistas, la presidenta del Legislativo, Mirtha Vásquez, citó a Junta de Portavoces para la mañana siguiente. En tanto, en el mismo canal de televisión, el candidato presidencial Rafael López Aliaga instaba al Parlamento a que destituya al presidente Francisco Sagasti y ponga en su lugar al legislador Otto Guibovich, de Acción Popular. “Ese Congreso, si no hace algo es cómplice por omisión, entonces el siguiente Congreso va a investigar a este Congreso por ser genocida también”, remató amenazante.
Semanas antes, el legislador acciopopulista Manuel Merino hizo lo mismo con el supuesto destape de Willax de la vacunación en Chile. Mientras Perú celebraba la llegada de sus primeras dosis contra la COVID-19, el canal de los Wong y Merino la deslucían y promovían un turismo de las vacunas al país del sur. Merino y Alarcón coinciden también en el intento de decapitar la Fiscalía, que los investiga por casos graves. “El Congreso debería estar pensando en una denuncia constitucional contra esta representante del Ministerio Público”, dijo Merino en el pleno que aprobó la moción de extrañeza a la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, el jueves 4.
La moción fue planteada por el congresista Ricardo Burga, de Acción Popular, uno de los visibles impulsores de la vacancia presidencial de noviembre. A esto se suman los intentos por tumbarse la mesa directiva del Parlamento, de Mirtha Vásquez, que traería la caída de Sagasti. Los voceros de Podemos Perú amenazan con pedir su censura. Burga y otros suman cuestionamientos contra Vásquez. En esta confrontación, surgió la versión de una coordinación para golpear al Gobierno, la Fiscalía y hasta la directiva del Congreso: que Merino, Alarcón y Burga se habrían reunido el 20 de febrero en casa del primero y habrían acordado soltar ataques por Willax y darles vuelo.
Consultados por La República, Merino y Alarcón no llegaron a responder. Empero, colaboradores del upepista aseguraron que la versión era falsa. Burga también la negó. “Es mentira. Merino no recibe a nadie en su casa y vive en un edificio donde cualquiera podría ver quiénes van. Yo solo he ido una vez, pero el año pasado”, adujo.