MINISTROS CUESTIONADOS
El primer gabinete ministerial del presidente Pedro Castillo ha generado controversias que ponen al Congreso ante el reto de definir acciones de control político. En las bancadas ya empiezan a demandar cambios de ministros que, por sus antecedentes, no son considerados idóneos para sus cargos. Los ministros de Trabajo y Promoción del Empleo, Iber Maraví, y de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva Villegas, destacan en este grupo.
Maraví, un profesor ayacuchano y exregidor de la Municipalidad de Huamanga, aparece en informes de la Policía como alguien vinculado a líderes radicales como César Tito, considerado afín al Movadef, aunque este lo niega, y Robert Huaynalaya, quien movilizó una facción del Sutep. Con este último fue acusado por la Fiscalía debido a acciones en un paro de profesores del 2004, en Huamanga. Maraví, además, fue sancionado por la Autoridad Nacional de Servicio Civil de la Presidencia del Consejo de Ministros por faltar 10 días a su trabajo en la UGEL (Unidad de Gestión Educativa Local) de Huamanga el 2019. Su excusa fue que participaba en una huelga nacional.
En uno de sus primeros actos como ministro de Trabajo, Maraví ha reconocido a la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenateperú), el sindicato magisterial que fundó Castillo luego de la huelga de maestros que lideró en el 2017. Este reconocimiento había sido negado por el ministerio varias veces. Con este sindicato, Castillo y su grupo buscaban quitarle el dominio entre los maestros al Sutep (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú). Con este reconocimiento, se prevén movilizaciones del antiguo gremio magisterial contra el actual Gobierno.
Por su parte, Juan Silva llega al cargo de ministro luego de haber sido director de un colegio público en el distrito limeño de Puente Piedra y de tener, en una zona cercana, una escuela privada y la empresa de transportes Seas Perú S.A.C.
Silva ha recibido multas de tránsito, algunas graves y otra leve. Fue amonestado por circular sin luces en el 2015 y por estacionarse en un lugar prohibido en el 2016. En el 2019 fue sancionado por la División de Protección de Carreteras de Lima Norte por usar la bocina de su vehículo cuando no era necesario. Además, en el 2011 fue denunciado por su entonces conviviente por agresión física y psicológica, según documentación mostrada por el programa ‘Cuarto poder’, de América TV.