Una situación muy compleja
Es evidente que el desarrollo de este Gobierno no se basa en los aciertos. Sus acciones son muy malas. Por eso no es una sorpresa que en la última encuesta de Ipsos el 70% no confíe en Pedro Castillo, el 57% considere que debe dejar la presidencia y el 52% estime que está involucrado en hechos de corrupción. Esto es el resultado de la incapacidad del jefe de Estado de darle coherencia y eficiencia a su gestión, debido a su alto grado de improvisación. Si a esto sumamos que su Gobierno fue sumando personajes con graves indicios de corrupción, la situación del Ejecutivo es sumamente compleja.
Si la gran mayoría no confía en Castillo, ¿cómo entonces esperar que los empresarios y peruanos en general participen en la tarea de ponerle el hombro a las iniciativas del Gobierno?
El descreimiento y hartazgo de la gente es porque el mandatario no afronta con responsabilidad la solución de los problemas de los ciudadanos. Está más preocupado en su agenda partidaria, destilando odio y mezquindades. Las últimas revelaciones de Ximena Pinto, exsecretaria de Comunicación Social de la PCM, dan muestra de ello. Ella manifestó que el Gobierno está utilizando a la publicidad estatal para fines político. Esto es algo ilegal y posiblemente constituya el delito de malversación de fondos.