RETRASO EN LA LLEGADA DE VACUNAS
El ministro de Salud, Hernando Cevallos, culpó al gobierno de Francisco Sagasti por el retraso en la llegada de las vacunas contra el Covid-19. “Es un volumen muy lejos de lo que tenía el anuncio cuando se fue el anterior gobierno; la vacuna no se consigue en 15 o 20 días”, sostuvo. Sin embargo, la realidad es diferente. El exministro de Óscar Ugarte pechó a Cevallos y le dijo que este nuevo gobierno estuvo concentrado en otros temas y no en la vacunación. Es decir, la Cancillería de Héctor Béjar se concentró, como todos los ciudadanos vimos en su efímera gestión, en impulsar una agenda ideologizada.
Según miembros del ‘Comando Vacuna’ –que funcionó en la gestión anterior– este trabajo iba de la mano entre el Minsa y la Cancillería, además que el gobierno anterior dejó todo listo solo para que las nuevas autoridades “gestionen” la llegada de las dosis. Antonio Pratto, conocedor de la industria farmacéutica, explicó que “hay una guerra en el mundo por las vacunas, una vez que se compran hay un cronograma de entrega, pero eso hay que gestionarlo; si no hay capacidad de gestión, que parece es lo que pasa en este gobierno, se retrasa”. Según explicó el experto, la Cancillería es el ente encargado de coordinar con las embajadas de los diferentes países la llegada de las dosis, aviones, alternativas en caso de escasez de vuelos, tener conocimiento del mercado internacional, etc. “Pero la Cancillería del nuevo gobierno se dedicó a otras cosas, entonces ya vemos las consecuencias”, añadió.
Además, aseguró que el Comando Vacuna recomendó al gobierno de Pedro Castillo mantener los cargos de los ministerios de Salud y Relaciones Exteriores, por el ritmo, gestión y experiencia que ya tenían. “Nosotros propusimos que el nuevo gobierno dejara hasta antes de la tercera ola por lo menos al ministro de Salud y al canciller, y ya después ponían a los ministros que querían, pero pusieron a un ministro que se encargó de denigrar a nuestra Marina de Guerra en lugar de gestionar nuestras vacunas”, señaló.