ESTANCAMIENTO DE CASTILLO Y FUJIMORI
Las estrategias de Keiko Fujimori y Pedro Castillo no les están bastando por las dudas y rechazos hacia ellos, según coinciden especialistas consultados al analizar la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) para La República. “No hay mucho cambio en preferencias a Castillo y Keiko, y parecen aumentar los votos nulos. La explicación más razonable es que el antivoto de Keiko es muy fuerte y la gente no está dispuesta a votar por ella casi en ninguna circunstancia”, dice el sociólogo Carlos Alberto Adrianzén, profesor de la Universidad Católica del Perú (PUCP). “Keiko fracasa en quitar votos a Castillo de modo sistemático, especialmente en Lima y el norte, que es su estrategia fundamental. En el norte, Castillo parece arriba y en Lima ella gana por una diferencia no sustantiva y que no compensa sus malos resultados en otras zonas”, añade.
“Hay indecisos que siguen siéndolo y piensan votar en blanco o viciado. No significa que vayan a hacerlo el 6 de junio porque aún tenemos semanas en que pueden pasar cosas que cambien el panorama”, asevera Alexandra Ames, jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad del Pacífico. Si bien Fujimori no avanza, Castillo no aumenta su ventaja, como buscarían sus estrategias. “La campaña de Fujimori es mucho más ordenada y tiene muchísimos más recursos, no solo medios y empresas. Sin embargo, sus efectos no priman. El problema sería la candidata: la gente no termina de creerle pese a denodados esfuerzos y campaña de terror de que viene el comunismo”, aduce Adrianzén.
“Pese a lo desordenado de la campaña de Castillo, habría algún atributo que la ciudadanía le otorga, quizá de tipo identitario. También juega a su favor un efecto de novedad. En esta crisis y descrédito de la clase política, eso paga doble”, observa. Eso le permitía mantenerse, pero no le basta para crecer. “Castillo no ha logrado subir tanto porque no conquista a los demás votantes. No ha aprovechado oportunidades para exponer ideas de manera más concreta. Sus contradicciones y falta de respuesta han generado mucha confusión”, dice Ames. Continúan las preferencias marcadas de grupos y zonas del país. El sur peruano aparece como un espacio con particular peso y situación expectante. “Castillo sigue manteniendo su voto duro entre los hombres de mediana edad, rurales y de educación básica. Lo contrario Fujimori, pues su voto es básicamente limeño, femenino, adulto y educación superior”, destaca el sociólogo José Luis Vargas, profesor de las universidades Nacional de San Agustín (UNSA) y la Católica de Santa María (UCSM), ambas de Arequipa.