En respeto a todas las mujeres: Día de la no violencia
Un día como hoy, tres hermanas partieron a la eternidad combatiendo una dictadura. “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, solía decir Minerva Mirabal, valiente mujer que supo luchar por su pueblo y morir con dignidad, recuerda Ada Gallegos, directora del Instituto de Investigación y Estudios de la Mujer de la Universidad Ricardo Palma.
“El 25 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas declaró el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, rindiendo homenaje a tres valerosas mujeres que tuvieron que pagar con su vida, la osadía de enfrentar a una dictadura militar en República Dominicana. Me refiero a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, más conocidas por su pueblo como ‘Las Mariposas’”, refiere.
No se rindieron
El gobierno del dictador Leonidas Trujillo se había impuesto por vía antidemocrática, y desplegaba un régimen de terror, eliminando con violencia cualquier acción contestataria. Pero tropezó con la dignidad y valentía de estas tres mentes de notoria formación intelectual, y respondió reprimiendo a toda la familia: las encarceló y a sus esposos, acusándolos de supuestas acciones subversivas.
“Cuando salieron en libertad, se pensaba que renunciarían a su disidencia, pero jamás abandonaron sus ideales y continuaron contra un gobierno que para entonces ya había incurrido en muchos crímenes de lesa humanidad. Se ordenó a la Policía Secreta planificar su asesinato, y el 25 de noviembre de 1960, cuando retornaban de una visita a sus esposos en la cárcel, interceptaron el auto en el que se trasladaban por la provincia Salcedo, las ahorcaron a las tres y el chofer que las conducía, luego golpearon con saña sus cuerpos y precipitaron el vehículo con las personas dentro a un barranco para que pareciera un accidente”, relata Gallegos.
La catedrática resalta el dolor e indignación de esta historia, así como la verdadera dimensión del espíritu de lucha, convicción democrática y amor por un pueblo, porque en diversas partes del mundo hay otras “Mariposas” a quienes las mataron tan mal que siguen volando, contagiando su rebeldía como una virtud innata para enfrentar el autoritarismo.